Primero, en términos absolutos (I-1) y, en segundo lugar, ponderando por la población (I-2) y por el número de agentes de seguridad pública (I-3), ya que se espera un mayor número de casos de uso de la fuerza letal a medida que aumenta la población y el tamaño de las policías. En tercer lugar, también se pondera por eventos que representan una mayor posibilidad de uso de la fuerza letal, tales como las detenciones (I-4) e incautaciones de armas (I-5).
Los indicadores de incidencia también miden el número de agentes de seguridad pública que son víctimas de homicidio, en términos absolutos (I-6) y ponderado por el número de agentes (I-7).
La Tabla presenta los indicadores para los 5 países estudiados. Para más información sobre la metodología véase aquí.
Todos los indicadores que se presentan a continuación corresponden, de la misma forma que los indicadores de incidencia, a personas muertas o heridas por arma de fuego en incidentes con la participación de agentes de seguridad pública en servicio.
Proporción de homicidios dolosos totales que corresponden a homicidios por arma de fuego provocados por intervenciones de agentes de seguridad pública en servicio.
Razón entre civiles muertos por arma de fuego por agentes de seguridad pública en servicio y agentes de seguridad pública víctimas de homicidio por arma de fuego durante el servicio.
Índice de Letalidad. Razón entre el número de civiles muertos por agentes de seguridad pública por arma de fuego durante el servicio y el número de civiles heridos por agentes de seguridad pública por arma de fuego durante el servicio.
Razón entre el índice de letalidad de los civiles (civiles muertos divididos por los civiles heridos) y el índice de letalidad de los agentes de seguridad pública (agentes muertos divididos por los agentes heridos).
Número medio de civiles muertos por arma de fuego por agentes de seguridad pública en servicio por incidente, considerando todos los incidentes que provocaron muertos o heridos por arma de fuego.
La información obtenida para los 5 países permite llegar a dos conclusiones:
1. La escasa transparencia en lo que atañe al uso de la fuerza letal en América Latina. La opacidad existente significó la imposibilidad de calcular indicadores en varios países o hacerlo con información de prensa (con problemas de sesgos y subestimación).
2. Los datos apuntan a un uso excesivo de la fuerza en varios países de la región, con Venezuela en la posición más dramática, seguida por El Salvador. Todos los países analizados, con la excepción de Colombia, exceden los límites aceptables en por lo menos uno de los indicadores de abuso de fuerza.
Para ahondar en los resultados, tanto en cada país como de manera comparada, puede ir al informe.